De pequeño, influenciado por la lectura de ciencia ficción que devoraba, imaginaba dispositivos todavía no inventados que deseaba ver y tener en el futuro.
Imaginaba la fusión de todos los aparatos e instrumentos útiles para el día a día en un único dispositivo del tamaño de una tarjeta de crédito o incluso del de un reloj de pulsera. Ese aparato con el que tanto podías hablar por teléfono, como hacer una videoconferencia, acceder a todas tus fotos personales, geolocalizarte o enviar un correo electrónico (FAX lo llamábamos entonces) llegó antes de lo esperado.
También imaginaba una televisión a la carta en la que podías escoger qué querías ver, cuándo y dónde querías verlo sin interrupciones ni publicidad. Curiosamente este, que me parecía un invento más sencillo que un teléfono inteligente, llegó bastante después.
Soñaba también un futuro en el que pudieras llevar siempre contigo una pequeñísima cámara unipersonal que no hiciera falta operar manualmente y que grabase toda tu vida desde tu punto de vista. Ese futuro también ha llegado y ahora puedo grabar el Vlog de un Fotógrafo.