Recientemente tuve la oportunidad de conocer a la arquitecta Jana Noguer durante un reportaje fotográfico.
En una de las paredes del patio de su casa había un precioso sobrerelieve que, claramente, se notaba hecho a mano con mucha dedicación. También podía notarse que había tomado bastante tiempo trabajar todos sus contornos y filigranas.
Jana notó mi interés y me introdujo a la técnica del esgrafiado e invitó a uno de sus talleres.
El esgrafiado es una técnica artística utilizada en la arquitectura y el arte decorativo que consiste en crear diseños o patrones mediante la eliminación selectiva de capas de revestimiento para revelar capas inferiores de diferentes colores de un material, como el yeso o el estuco.
He resumido muchísimo, claro. El proceso es mucho más largo y laborioso, como tantas artes milenarias -se saben de esgrafiados de hace alrededor de 6.000 años-.
Aunque en el taller sólo practicamos la parte de crear nuestros diseños y revelar las diferentes capas, Jana nos enseñó todos los pasos. Primero se cubre el soporte con un rebozo mezclando pigmento y mortero. Luego se aplica una capa más clara antes de que se seque la primera. Las formas o patrones diseñados se convierten en plantillas que se utilizan para estampar con un punzón los dibujos en la superficie. Finalmente se rascan las capas superiores para revelar las capas con diferentes colores que hay debajo.
El taller de esgrafiado con Jana Noguer fue un viaje creativo entre la técnica y la imaginación.
